
- La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), apoya el proyecto productivo ‘Semillas de Inclusión’, que es integrado por ocho personas con discapacidad en el municipio de Honda (Tolima).
- Para lograr darle vida a este emprendimiento, las personas realizaron una capacitación en el SENA, además recibieron un plante para iniciar el negocio que ahora es una panadería comunitaria.
Honda (Tolima), agosto 28 de 2020 (@ANI_Colombia). Alexander García fue perdiendo la visión con el pasar de los años. Una enfermedad llamada glaucoma congénito, que provoca un daño progresivo en el nervio óptico, lo obligó a reinventarse. Pasó de correr por las calles cuando era joven a caminar con mucho sigilo con la ayuda de un bastón cuando se hizo adulto.
Quedarse sentado llorando por su ingrato destino no fue una opción de vida, por el contrario, se dedicó a trabajar y a ganarse la vida vendiendo artesanías. Su futuro le traería grandes alegrías.
“Llega un momento en que el medicamento no reacciona bien y la visión que tengo es mínima. Aunque veo la luz del día, la enfermedad no me permite ver con claridad, por eso, tengo que movilizarme con la ayuda de un bastón”, afirma este hombre de 42 años, nacido en el Líbano (Tolima).
De hecho, Alexander cuenta que nunca perdió las esperanzas de tener un empleo estable y que una tarde de trabajo informal, precisamente ofreciendo artesanías en las calles de Honda, conoció la Asociación de Personas Útiles en Situación de Discapacidad.
Ese día le contaron del proyecto ‘Semillas de Inclusión’, una iniciativa que promueve la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), a través de la Concesión Alto Magdalena, y en conjunto con otras entidades del sector público.
“Este proyecto, dedicado a la elaboración de productos de panadería en Honda -Tolima, se ha convertido tanto para Alexander como para sus otros siete compañeros en condición de discapacidad en una oportunidad más para superarse y tener un sustento económico. A estas iniciativas de inclusión social y laboral le apuesta la ANI con sus proyectos concesionados”, explica Diego Morales, vicepresidente de Planeación, Riesgo y Entorno de la ANI.
Manos a la obra
Una vez Alexander se inscribió a la iniciativa, de inmediato lo matricularon en el SENA para adelantar un curso de panadería. Allí conoció a sus compañeros de clase y futuros “socios”, un grupo conformado por seis hombres y dos mujeres, entre los 21 y 51 años. Terminado el curso, la concesión posteriormente aprobó el plan de negocios presentado por la Asociación y aportaron tres millones de pesos para el arranque de la panadería comunitaria.
Así comenzó el sueño de formar empresa para este grupo de personas, quienes entendieron un día que su condición de discapacidad no era un impedimento para superarse y demostrar que pueden ser productivos.
“He buscado tratar de llevar la vida casi que ignorando la discapacidad. Eso me ha permitido desenvolverme de manera muy normal”, explica Alexander, quien es la cabeza de su familia conformada por su esposa Martha Cecilia y su hija Diana Salomé de cinco años.
Precisamente, el Vicepresidente de Planeación, Riesgos y Entorno de la ANI destacó el apoyo al proyecto ‘Semillas de inclusión’, teniendo en cuenta que promueve la capacitación a la población con discapacidad, pero también que fortalece la creación de emprendimientos.
“El apoyo a este bonito proyecto demuestra que los proyectos concesionados traen importantes aportes en materia de sostenibilidad social y ambiental, los cuales son vitales para las personas que residen en áreas de influencia de los proyectos”, sostiene Morales.
Primera 4G en operación
El proyecto Girardot-Honda-Puerto Salgar, que conecta los departamentos de Cundinamarca, Caldas y Tolima, fue el primer corredor vial de Cuarta Generación (4G), puesto en servicio por el Gobierno nacional.
Con una inversión de 1,95 billones de pesos, la autopista de 190 kilómetros generó más de 4.000 empleos entre directos e indirectos, siendo un importante motor de la economía regional.
El eje vial beneficia a más de 260.000 personas de los municipios de Girardot, Nariño, Beltrán, Guataquí, Chaguaní, San Juan de Río Seco y Puerto Salgar (Cundinamarca), además de Flandes y Honda (Tolima) y La Dorada (Caldas).